De repente se paró nuestra búsqueda cuando nos encontramos con aquellas tierras abrazadas por un río Tajo majestuoso, que aporta un microclima especial a este rincón toledano, muy diferenciado con respecto al clima reinante en la zona.
Tras años de esfuerzos, logramos reunir 60 hectáreas de viñedos en un único pago, y todos con los mismos matices climáticos diferenciadores. Matices que sólo podría aportar un río inmenso que abraza nuestros viñedos y a través del cual podemos ver reflejado nuestro trabajo.